Resumen completo de «No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas» de Laura Norton

By Elena Llorente | 11/06/2020

Laura Norton es el seudónimo de una autora española. Su primera novela fue No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas, le sigue Ante todo, mucho karma y su última novela Gente que viene y bah.

Su primera y su tercera novela han sido adaptadas al cine. Su género es la comedia romántica.

Resumen completo – No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas

Cuando Sara era una adolescente, se enamoró de un compañero de clase llamado Aarón. Aarón tocaba en el grupo de música «Los Humildes» y era un guaperas. Sara era una chica poco popular y, cuando supo que Aarón iba a participar en la obra del colegio como músico, ella se apuntó como esceneógrafa. Aprovechó que su abuela tenía una tienda en la que se vendían plumas e hizo un montaje excelente, que no le pasó desapercibido a Aarón. Gracias a eso tuvieron su primera conversación.

Poco después, un amigo de Aarón tenía una novia que no podía salir de la residencia de monjas, así que se colaron allí un grupo de chavales, entre los que se contaban Aarón y Sara. Los músicos tocaron una canción, despertaron a las monjas y las internas, y escaparon triunfales.

Sara quería que Aarón la besara, pero una chica se le adelantó y le besó, así que Sara sintió que había perdido la oportunidad. Además, Aarón desapareció del barrio y nunca se volvió a saber nada de él.

Sara ha cumplido treinta años y ha dejado de estudiar oposiciones para profesora de química, ya que como le dijo Aarón, ha de seguir su sueño y se le dan muy bien las manualidades. Le pide a sus padres el usufructo de la tienda de su abuela y su padre accede con la condición de que, en poco tiempo, haga su primera venta. Sara se pone manos a la obra, pero no es fácil vender productos hechos con plumas en época de crisis.

Sara sigue con su vida y se enamora de Roberto, arquitecto, como su padre. Pero Roberto se ha ido a París a vivir durante un año y apenas se ven. Ella le visita dos veces, pero la primera vez un cólico no la deja aprovechar la estancia y, la segunda vez, Roberto se ve absorbido por el trabajo. Así que todavía no han vuelto a hacer el amor.

Un día, Roberto le dice que va a ir de visita a Madrid por una semana y que tiene algo importante que decirle. Ella no sabe qué pensar, ya que podría querer dejarla o quizás le quiere pedir matrimonio. Lo prepara todo para que sea una semana inolvidable. Por otro lado, le ha surgido un desfile con su amigo David, que quiere darle la oportunidad de que sus plumas aparezcan en la pasarela Cibeles.

En una comida con sus padres, su hermana Lu (diminutivo de Lucía) les dice que se va a casar. Eso disgusta a todos porque solo tiene veinte años y es un poco alocada. Además, su padre se pone a llorar y descubren que el motivo es que su esposa le pone los cuernos desde hace dos años. Ese día, tanto la hermana, que ha discutido con la madre, como el padre, que está en crisis matrimonial, se van a vivir con Sara al apartamento que hay encima de la tienda de su abuela, justo a tres días de que llegue Roberto.

Esa misma noche, Sara no puede dormir y va a la cocina, donde se encuentra a su hermana haciendo el amor con su prometido. Al darse la vuelta el chico, Sara descubre que es Aarón. Y él también la reconoce. Eso abre viejas heridas en el corazón de Sara. No soporta que su hermana se vaya a casar con su amor platónico de la adolescencia.

Cuando David se entera de que conoce a Aarón Humilde, que, por lo visto, es un cantante famoso, le pide que consiga que participe en el desfile poniendo la música. Sara accede y le pide a su hermana que se lo pida. Sara escucha cómo su hermana hace el amor con Aarón, así que llama a su novio a las tres de la madrugada para practicar sexo por Skype. Se ponen a ello y justo entra el padre de Sara y les pilla.

Sara va recoger a su novio al aeropuerto y este viene con compañía, Eric el vikingo, un chico nórdico que le ha ayudado mucho en París. Sara no se atreve a negarse a que Eirc se quede en su casa también, aunque está decepcionada e incluso empieza a sospechar de si Roberto es gay.

Cuando llegan se encuentran con que en su casa han montado una fiesta, su padre está borracho, su hermana disfruta junto a Aarón y ella está desbordada. Al día siguiente, el baño no abre y hay una inundación. Se ha formado un agujero en el baño que da a la tienda. El agua ha destrozado las alas que Sara había confeccionado para el desfile de modelos. Aarón se siente culpable y se le ocurre ir al zoo a robar plumas. Sara, Eric y Lu le acompañan, pero Roberto se queda en la casa porque le parece una mala idea.

Una vez en el zoo tienen varias dificultades, son perseguidos por los vigilantes, Aarón se cae en la jaula de los lobos y casi le atacan y, finalmente, Sara y Aarón son capturados por los vigilantes. Resulta que el encargado del zoo es Ismael, el amante de su madre, así que Sara aprovecha eso para pedirle clemencia y ayuda. Ismael se ofrece a regalarle las plumas de dos flamencos muertos. Los despluman y se van para casa.

Roberto no está, pero aparece luego con dos sacos llenos de plumas que ha conseguido yendo a Segovia a ver a sus padres a un coto de caza. Sara consigue recomponer las alas. David la llama, quiere ver las alas. Entonces, Sara se las prueba a Aarón y al pintar su espalda de color rosa, se da cuenta de que está coladita por él. Le hace una foto para que David lo vea.

Aarón y Lu tienen ciertos problemas debidos al mal carácter de la chica. Lo que hace que Aarón y Sara acaben pasando mucho rato juntos. Sara se enterado de por qué desapareció Aarón cuando eran niños. Resulta que su padre tenía cáncer, así que viajaron por toda España buscando un médico que le pudiera ayudar, pero era terminal y finalmente murió. Su madre se dio a la bebida. Y él sobrevivió a todo aquel drama.

El desfile sale bien, pero cuando sale el modelo con las alas, estas se le resbalan un poco y Sara pide que su hermana y otro modelo salgan a sujetárselas. Tras el desfile, se acerca un reputado integrante del mundillo para ofrecerle trabajo a Sara, un contrato para crear unas mil prendas de plumas. Sara está emocionada, pero David le aconseja que no cante victoria todavía.

Esa noche lo celebran en la casa, todos se emborrachan. Roberto le dice a Sara que lo que le tenía que decir es que se va a China por cinco años. Eso hace que Sara se enfade, por no haber contado con ella para tomar esa decisión. Al día siguiente, Sara tiene cita con el promotor de moda y todo parece encajarle. Pero llega una mala crítica sobre el desfile que hace que el promotor se replantee el negocio y lo cancele. Entonces, Sara corre a buscar a Roberto, porque no hay nada que la ate a Madrid, y le pide que le pida que se vaya con él. Él lo hace y ella le dice que sí.

Durante su viaje a China, Roberto le dice que no sabía cómo dejarla y que lo suyo se ha terminado. Sara sale a la calle, pero un dolor en el estómago la hace acabar en urgencias. Los intestinos se le han dado la vuelta y la tienen que operar. Roberto la acompaña. Sus padres viajan a China para estar con ella. Le queda una cicatriz en la barriga. Los padres de ella vuelven a estar juntos de nuevo. La hermana ha roto con Aarón.

Cuando vuelve de China, Aarón ha preparado una actuación en la que va a cantar su nuevo single, y se lo dedica a Sara, porque se ha dado cuenta de que ella es su verdadero amor. Fin

Lo que me gusta y lo que no me gusta

Me gusta el detalle de que Sara trabaje de plumista y el conflicto inicial de que su hermana y su padre acaben viviendo con ella en el piso, lo que da lugar a una serie de locuras consecutivas.

Es una novela que cumple con su función de divertir y entretener. Los personajes están bien construidos y son muy divertidos.

Quizás lo que menos me ha gustado es la trama, ya que la protagonista se enamora del novio de la hermana y es muy predecible lo que va a pasar.