EL ALEPH – Audiocuento y resumen

By Elena Llorente | 24/02/2022

Tras la muerte de su amada Beatriz Viterbo, Jorge Luis Borges visita cada año la casa familiar de ella, en la calle Garay, donde suele coincidir con Carlos Argentino Daneri, primo de la difunta. Este está escribiendo el prólogo de un poemario. Borges lo escucha y observa que Carlos Argentino usa un lenguaje muy retórico.

Un día, Carlos Argentino le pide a Borges que le escriba el prólogo a su poemario, pero a Borges no le atrae la idea, ya que los poemas de Carlos no son muy de su agrado. Deja pasar el tiempo y Carlos no vuelve a contactar con él.

De repente, Carlos le llama por teléfono para decirle que los propietarios de la confitería cercana a su casa, Zurino y Zungri, van a demoler la casa de sus padres. Y añade que para terminar su poema le es indispensable la casa, ya que en un ángulo del sótano hay un Aleph. Borges queda intrigado y visita a Carlos para ver con sus propios ojos el Aleph.

Una vez en el sótano, Carlos lo deja solo y Borges teme por su vida, creyendo que se ha dejado engañar por un loco. Pero lo ve. El Aleph, el infinito Aleph, estaba ante sus ojos. Así comienza a ver una serie de imágenes del pasado y de todas las partes del mundo, pues en el Aleph se guarda el universo entero.

Tras esa experiencia, demolieron la casa de la calle Garay. Una editorial publicó fragmentos del largo poema de Carlos Argentino, que recibió el segundo premio nacional de literatura, mientras que la obra Los naipes del Tahur, del propio Borges no recibió ni un solo voto. Borges se pregunta si el Aleph que vio era verdadero y da argumentos a favor de la tesis de que ese Aleph era falso, y menciona otros Aleph que han sido documentados en el mundo.