Mis lecturas
Resumen de LA ABADÍA DE NORTHANGER de Jane Austen
Jane Austen es una de las escritoras más leídas y veneradas de la época victoriana. Su obra Orgullo y prejuicio, que ya reseñé en este blog, es sin duda su novela más conocida. Pero escribió muchas otras, entre ellas esta titulada La abadía de Northanger.
En este caso, la he leído en la lectura conjunta organizada por @libroscitados, que en su Club de lectura «Leyendo a Jane Austen» se ha propuesto leer todas las obras de la autora.
La abadía de Northanger – resumen completo
Catherine nace en una familia acomodada de Inglaterra y junto a sus hermanos tiene una infancia feliz. De jovencita se traslada a Bath, a la casa de Mr y Mrs Allen, amigos de su familia, que la introducirán en la sociedad del momento.
Comienza a visitar fiestas y a conocer a gente nueva. La persona que más le llama la atención por su sentido del humor será Henry Tidley, un chico que le roba el corazón. Catherine vuelve a otra fiesta con la esperanza de volverle a ver, pero el chico no aparece. Y Catherine traba amistad con Isabella Thorpe y su hermano.
En otra ocasión, vuelve a ver a Henry, pero como le había prometido un baile a Mr Thorpe, no consigue bailar con él. Aún así conoce a la hermana de Henry, Eleanor, y ambas se hacen amigas.
Quedan para dar un paseo al día siguiente; sin embargo, las lluvias no les permiten llegar a tiempo a su cita con Catherine. Ante su casa, se presentan los Thorpe, que insisten en que se vaya con ellos a visitar un castillo. Catherine quiere quedarse esperando por si vienen los Tidley, pero los Thorpe la convencen de que no son de fiar y de que no vendrán.
Cuando Catherine ya había subido al coche, ve aparecer a los Tidley por el camino, pide que paren el coche, pero no le permiten descender. Catherine pasa el día muy triste pensando que su falta de compromiso puede haber molestado a los Tidley. Además, se evidencia que Mr Thorpe está enamorado de ella. El problema es que Catherine no quiere nada con él, porque no tienen nada que ver el uno con el otro. Isabella, que es la prometida de su hermano James, la anima a amar a su propio hermano. Pero Catherine tiene claro que eso no es posible.
En cuanto puede, Catherine va a hablar con los Tidley para contarles lo ocurrido. Estos le quitan importancia y la invitan a La abadía de Northanger. Catherine va encantada, pero una vez allí desconfía de la personalidad huraña del padre de los Tidley y, cuando descubre que la madre de sus dos amigos murió en extrañas circunstancias, decide investigar por su cuenta. Influida por los libros románticos que ha leído en el pasado, tiene miedo del castillo y cree que Mr Tidley padre asesinó a su mujer. Una conversación con Henry, que la sorprende volviendo de espiar la habitación de la difunta, la hace entrar en razón. Y ella, avergonzada, se da cuenta de que los ingleses son demasiado decentes y civilizados para eso, que lo que se ve en los libros románticos es fantasía, puesto que la vida inglesa nada tiene que ver con asesinatos, fantasmas y castillos lúgubres, ya que es una sociedad moderna y civilizada.
Pasan los días en la abadía. A Catherine le llega una carta de su hermano James en la que le cuenta que Isabella le ha dejado por el hermano mayor de los Tidley, Frederick. Catherine se da cuenta de lo mala amiga que es Isabella y de que solo la movía el interés, ya que su hermano James no es tan pudiente como Frederick. Henry y Eleanora dudan de eso, ya que no creen que su hermano pueda enamorarse de Isabella. En efecto, llega una carta de Isabella dirigida a Catherine en la que intenta excusarse, ya que Frederick se ha ido a la guerra y no quiere comprometerse. Isabella afirma que Fredrick estaba siempre detrás de ella y que ella respetó a James en todo momento, le pide a Catherine que interceda con James para recuperar la relación. Catherine se indigna, ya que Isabella sigue con sus malas artes y le niega definitivamente el saludo. Siguen pasando los días en la abadía y, de repente, Mr Tidley padre echa de casa a Catherine. Se lo confirma Eleanora, que muy a su pesar, sigue el mandato de su padre.
Catherine hace el viaje de vuelta sola. Cuando llega a casa, sus padres y hermanos la reciben llenos de alegría y se indignan por el trato que ha recibido su hija.
Cierto día llega Henry a la casa, explica que su padre fue engañado por Mr Thorpe que, celoso, le mintió sobre la dote de Catherine, diciendo que era enorme. Eso hizo que la avaricia de Mr Tidley padre se activara y quisiera casar a su hijo Henry con ella, por eso la invitaron a la abadía. Luego, el mismo Mr Thorpe se encargó de hacerle saber a Mr Tidley padre que se había equivocado y le dijo que Catherine estaba arruinada. Mr Tidley entró en cólera y la echo de su casa. Henry está avergonzado por el comportamiento de su padre y quiere pedir la mano de Catherine. El padre de Catherine está de acuerdo con el enlace, pero no dará su consentimiento hasta tener el beneplácito de Mr Tidley padre.
Los días pasan. Eleanora consigue un buen marido, lo que ablanda el corazón de Mr Tidley, ya que ha podido colocar bien a su hija. Se reconcilia con Henry y aprueba el enlace con Catherine, que no estaba arruinada, su dote era nada menos que de tres mil libras. Se casan, él con veintiséis años y ella con dieciocho, un poco tarde para su edad, pero eso les ha permitido conocerse mejor y entrar al matrimonio con mayor consciencia. Fin.
Lo que me ha gustado y lo que no
La trama es muy sencilla y el interés que me ha despertado la obra ha sido sobre todo conocer la forma de vida de aquella época. Me ha gustado que la narradora fuera explicando los gustos lectores de su época y defendiendo su postura a favor de las novelas de ficción, que no estaban bien vistas por ser de entretenimiento. También me ha gustado el capítulo en el que Catherine investiga los cofres y la muerte de la madre de Henry para luego quitarle todo el romanticismo y decir que esas cosas no pasan en la vida real.
Nos muestra una protagonista leal y bondadosa que se ve involucrada en varios engaños y tretas de Mr y Mrs Thorpe. El bien contra el mal. Y es interesante tanto las dudas que surgen sobre Henry y otros personajes, ya que Catherine no sabe en quién puede confiar; como el retrato que hace de los gustos, pensamiento y costumbres de la época. En este libro no faltan párrafos en defensa de la mujer y en defensa de sus gustos y aficiones.
Si algo puedo achacarle, será que ciertos pasajes resultan largos, repetitivos y tediosos. Pero merece la pena leerlo por su interés general y su mensaje.
Se la recomiendo a amantes de la literatura victoriana o a interesados en las costumbres y gustos de la época.
0 comments