Mis lecturas
EL CHICO QUE DIBUJABA CONSTELACIONES de Alice Kellen
Alice Kellen (1989) es el pseudónimo de una joven escritora valenciana de éxito que cuenta historias románticas.
Este es el primer libro que leo de la autora. Pero ya tiene muchas novelas publicadas, todas del mismo género: Sigue lloviendo, El día que dejó de nevar en Alaska, 33 razones para volver a verte, 23 otoños antes de ti, 13 locuras que regalarte, Llévame a cualquier lugar, la bilogía Deja que ocurra: Todo lo que nunca fuimos y Todo lo que somos juntos, Nosotros en la luna y Las alas de Sophie.
El chico que dibujaba constelaciones es una de sus novelas más difundidas y que se reeditó en tapa dura en 2020.
El chico que dibujaba constelaciones – Resumen completo
Valentina había comprado una barra de pan, pero se le cae a un charco y la panadería ya ha cerrado. Un chico apuesto se le acerca y le dice que no se mueva, que le traerá una barra nueva. Valentina no tiene otra opción, ya que teme las represalias de la señora Gómez, mujer para la que trabaja de sirvienta. El chico, Gabriel, le trae la barra y surge un flechazo entre ambos. La señora Gómez comenta que la barra era más buena de lo habitual. Así que Valentina vuelve al mismo sitio con la esperanza de encontrar a Gabriel y que le explique dónde encontrar esas barras de pan.
Así comienza su historia de amor. Gabriel y ella comienzan a verse y él le pide matrimonio. La noche de bodas hacen el amor y Gabriel pinta un punto en la pared, es la primera estrella de las constelaciones de sus vidas.
Él trabaja como profesor en una escuela y ella deja de trabajar para convertirse en la esposa ideal, tal y como le había inculcado su madre, que vivía un matrimonio a la antigua. Pasan dos años y aún no han tenido su primer hijo, lo que causa un primer bache en su relación. Pero Gabriel le hace entender a su mujer que no es inprescindible y que la ama por encima de todo.
Un domingo en el que comían en casa de los padres de ella, el padre de Valentina insulta a su hija delante de la familia y Gabriel sale en su defensa. La pareja sale de la casa, donde ya no son bien recibidos y Valentina comienza a ver a su madre a escondidas de su padre.
Gabriel es un marido moderno que quiere que su mujer sea feliz y haga sus propias elecciones, que salga con amigas y tenga una vida que le llene, así que la anima a hacer un curso de taquigrafía. Allí hace nuevas amigas y siente que, por fin, ha salido de la monotonía, que ya no le pesan las cuatro paredes de su casa.
Hacen un viaje en el que se relajan y lo pasan de maravilla y cuando vuelven, Valentina está embarazada. Como va a ser madre, decide rechazar un trabajo y dedicarse de lleno a su papel de madre.
Nace Sofía, la vida se llena de alegría. Valentina escribe una carta a una revista para quejarse de cómo tratan el tema de la mujer de su tiempo y Gabriel le consigue una entrevista a su mujer con el nuevo director de la revista. Valentina es contratada y descubre que está embarazada de nuevo. Esta vez no rechazará el trabajo, quiere compaginarlo con su faceta de madre. Nace Pablo. Valentina y su amiga Clara trabajan desde casa para la revista.
La vida pasa demasiado deprisa, Valentina tiene demasiados quehaceres y la relación con Gabriel se distancia. Él parece ausente, ella no le entiende. Valentina se pone celosa, pero no hay motivos, simplemente están pasando una crisis, que acaba cuando muere Aurelio, el padre de Gabriel, un hombre maravilloso. Gabriel llora su repentina muerte en los brazos de su mujer y siguen dibujando constelaciones juntos. Los padres de ella también fallecen.
Los niños crecen, ellos envejecen. Ella deja su trabajo para centrarse en sus prioridades de madre y esposa. Pablo es un niño poco estudioso y trae de cabeza a sus padres. Sofía pasa de un novio a otro. Cuando Pablo cumple dieciocho años, se va de mochilero, sus padres no lo aprueban, pero se ven obligados a aceptarlo.
Valentina se compra un ordenador y crea una revista online junto a su hija, que ha estudiado Periodismo. Raúl, un chico lleno de tatuajes, les ayuda en la empresa y le cae bien a Gabriel, porque mira a su hija como él miraba a Valentina cuando se enamoraron. Sofía y Raúl no se casan pero tienen una hija juntos y les va bien.
Valentina y Gabriel van en varias ocasiones a visitar a su hijo en Londres, donde ha encontrado el amor y se ha instalado.
Gabriel visita al médico, tiene los pulmones muy envejecidos, tiene que dejar de fumar y así lo hace. Se jubila. Deciden viajar y visitan París. Disfrutan de la vida como no pudieron en otro tiempo.
De forma inesperada, Sofía les prepara una fiesta para celebrar sus cincuenta años de casados. Poco después, Valentina se despierta una mañana y Gabriel está muerto a su lado. Han tenido una vida tan feliz, las constelaciones de la pared lo corroboran. Es hora de poner la última estrella. Y de escribir sus memorias. Fin.
lo que me ha gustado y lo que no
Me ha gustado el detalle de pintar constelaciones en la pared que simbolizan los momentos buenos y malos que pasa la pareja protagonista. Por lo demás es una historia entrañable, sencilla y predecible. Usa un lenguaje sencillo y cuidado. La secuencia narrativa es cronológica y sin complejidades.
También me ha gustado que la novela se divida por décadas y que describa de forma escueta algunos de los cambios producidos entre los años sesenta del siglo XX y comienzos del siglo XXI.
Los personajes son tan típicos que adormecen, pero la autora juega con emociones universales que hacen que el lector se pueda sentir bien identificado.
Me recuerda a la serie Cuéntame de Tve1. También me recuerda al comienzo de la película de dibujos animados Up.
Es una historia de amor muy tierna y convencional. Se la recomiendo a quien le gusten las historias suaves y mulliditas como el algodón de azúcar.
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