Resumen de «Lo raro es vivir» de Carmen Martín Gaite

By Elena Llorente | 15/10/2020

Carmen Martín Gaite (1925-2000) fue una escritora española y una de las figuras más importantes de las letras hispánicas del siglo XX. Recibió, entre otros, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1988.

Lo raro es vivir es una de sus últimas novelas, escrita cuando ya había fallecido su hija, que murió en 1985. En este libro asistimos a una evolución en la forma de escribir de la autora, que se deja influir del neosurrealismo de los años 70 y de la literatura experimental que se da a finales del siglo XX, siendo patentes su interés por las metáforas y el mundo de los sueños. Asimismo, asistimos a una novela intimista, que nos introduce en la mente dispersa de una roquera venida a menos con una serie de tribulaciones mentales que la traen de cabeza.

lo raro es vivir – resumen completo

Águeda va a la residencia en la que vive su abuelo. Su madre ha muerto y el director de la residencia es un hombre alto y atractivo que le propone mentir a su abuelo y hacerse pasar por su madre, ya que este no sabe que su hija ha muerto.

Águeda no sabe qué hacer, pero no para de pensar en el director de la residencia, se siente atraída por él. Tomás, su pareja, no está en la ciudad y hablan por teléfono, Águeda no puede evitar mentirle en tonterías.

Águeda coge el metro y allí se encuentra con un viejo amigo de la época en que ella componía canciones, recuerda una canción en particular, que ella misma creó, titulada «Lo raro es vivir» y la canturrea. Su amigo también le ha hecho recordar a un tal Roque, ex novio que no la correpondía y por el que lo pasó mal. Por lo visto ahora está saliendo con la guapa del grupo de aquella época, que tuvo dos hijos y está separada.

Se despide de su amigo tras dejarle dinero. Tomás percibe que le pasa algo raro. Ella trabaja de archivera y escribe una tesis sobre un tal Vidal i Villalba. Eligió el tema por una conversación que tuvo con uno de los profesores a los que atiende debido a su trabajo. Su compañera de trabajo la hace sentir incómoda, se preocupa mucho por la protagonista. Incluso va a verla a casa un día que Águeda finge estar enferma.

El director de la residencia sigue sin llamarla. Tiene sueños raros y difíciles de interpretar. Llega el momento de visitar a su padre. Recuerda el funeral de su madre. Todo el mundo consolaba a Rosario, aunque no es de la familia. Y ella se sintió descolocada. Cuando llega a casa de su padre, ve a la mujer de su padre y al hijo que tuvieron en común hace ocho años. Se acerca y habla con el niño, pero luego se va antes de ser vista por la mujer de su padre.

Por el camino de vuelta, se encuentra a su padre que deja a una mujer en la acera. Parece que le ha pillado in fraganti siendo infiel, le dice a su padre que no dirá nada. El padre va a hablar con esa mujer y vuelve. Tienen unas palabras.

Águeda se va a su casa. Cuando sus padres se separaron, la madre de Águeda compró un dúplex en el que esperaba poder vivir con su hija, pero esta no quiso porque quería ser independiente. Águeda conoció a Rosario en la universidad, era su profesora. Supo que Rosario no tenía dónde vivir y le ofreció un hueco en casa de su madre. Rosario admiraba a la madre de Águeda, que era una gran pintora, y ella misma también quería pintar, pero no tenía talento.

Águeda se encuentra a Roque haciendo de mimo vestido del diablo. Quiere que la reconozca, pero él no hace ningún movimiento. Se va y luego vuelve para increparle. Nunca debió quererle, él no la merecía. No era el hombre de sus sueños.

Rosario vivió con su madre hasta que esta falleció. Y ahora se va a ir del dúplex. Águeda se despide de ella. Finalmente, recibe la llamada de la residencia y va a ver a su abuelo vestida de su madre. El abuelo le dice algo que la descoloca y luego muere. Ella se da cuenta de que no estaba valorando lo suficiente a Tomás, su verdadero amor, el hombre de sus sueños.

Tienen una hija. Fin.

lo que me ha gustado y lo que no

Me ha gustado la forma que tiene la autora de usar las metáforas, algunas son muy audaces y hermosas. También me ha gustado la estructura narrativa compleja que tiene la novela, con esos saltos de un lugar a otro, de un pensamiento a otro, de un momento a otro, aunque reconozco que dificultan la comprensión del texto.

Asimismo, también me ha gustado la experiencia de meterte en la mente de la protagonista, de sus anhelos, sus incongruencias y sus crisis vitales.

Sin embargo, la trama no me ha enganchado porque da demasiados tumbos, como si no hubiera una trama definida hasta que al final visita a su abuelo y eso parece dar el giro definitivo a una historia de por sí inconsistente. Si lo que quería la autora es mostrar la levedad del ser y la inconsistencia de la vida terrenal, que tan pronto parece un sueño, como una realidad, que parece más un vagar sin dirección que un camino con destino, lo ha conseguido.