Mis lecturas
Resumen completo de «Secretos de una noche de verano» de Lisa Kleypas
Lisa Kleypas es una escritora estadounidense superventas dentro del género romántico histórico. Sus novelas se ambientan principalmente en el siglo XIX.
En Secretos de una noche de verano encontramos a Anabelle, una jovencita casadera perteneciente a la rancia aristocracia británica de la época. Tendrá que enfrentarse a sus prejuicios y a sus propias creencias cuando conozca verdaderamente al amor de su vida.
Secretos de una noche de verano – Resumen completo
Anabelle es una dama de la aristocracia británica venida a menos a causa del fallecimiento de su padre, que dejó en banca rota a su familia. Anabelle quiere encontrar un marido rico que saque a su madre y hermano pequeño del atolladero. Pero ya tiene 25 años y esta en su última temporada, si no consigue marido este verano, tendrá que empezar a vender su cuerpo, como ya hace su madre.
En el baile conoce a dos hermanas americanas, Lillian y Daisy, y a una joven tartamuda y aristócrata inglesa llamada Evie. Se hacen muy amigas y deciden ayudarse entre ellas para conseguir un marido cada una. Empezarán por Anabelle porque es su última temporada. A partir de entonces se hacen llamar a ellas mismas las «florero».
Al baile van muchos hombres, entre ellos el señor Simon Hunt. Anabelle ya le conoce porque, siendo una adolescente, Hunt la besó en el diorama, pero no habían vuelto a verse desde entonces. Hunt es muy rico, pero no es aristócrata, su padre fue carnicero y él se dedica a los negocios. Por ello las amigas de Anabelle, no lo ven como un buen partido, prefieren para ella un hombre con buenos modales y con estirpe.
El amante de Philippa, la madre de Anabelle, también ronda por ahí y, cansado de la madre, quiere probar suerte con la hija. De hecho, muchos hombres casados rondan a Anabelle, sabedores de su mala situación económica. Incluso Hunt le insinúa que podrían ser amantes. Pero Anabelle quiere un marido, no un amante.
Llega un gran acontecimiento para las florero, las invitan a la mansión de Westcliff uno de los solteros de oro de la zona. Una vez allí las florero acuerdan un plan, conseguirán que algún incauto aristócrata sea cazado a solas con Anabelle y, por lo tanto, obligado al compromiso. Para ello, eligen a Sir Kendall, un joven rico pero muy aburrido y sosales.
No resulta nada fácil cumplir su misión. Anabelle, por su belleza, encandila a Kendall, que la invita a pasear, pero un grupo de mujeres casaderas se entera y boicotean el paseo, rodeando a Kendall. Hunt aprovecha para pasear junto a Anabelle y le dice que Kendall no es para ella.
Anabelle no llevaba las votas adecuadas y Hunt se dio cuenta, así que le hace llegar unas como regalo. Ella sabe que las votas se las ha regalado Hunt y sabe que no es un regalo apropiado para una dama soltera.
Por otro lado, Sir Hodgeham, el amante de Philippa, se cruza con Anabelle y la amenaza con poner a su familia en evidencia si no accede a sus peticiones. Ella reniega. Y de hecho es ayudada por Philippa que consigue alejarlo por un tiempo de las faldas de su hija.
En un momento dado, Hunt y Anabelle se quedan solos en una sala, Anabelle le pregunta si las votas son un regalo suyo, pero él lo niega, porque sabe que si no, ella tendrá que renunciar al regalo por ser inapropiado, y ella queda convencida de que ha sido él el benefactor. Entonces, oyen venir gente, así que se esconden tras unas cortinas para no ser vistos en una situación comprometida. En ese momento están cuerpo contra cuerpo y ambos sienten una imperiosa atracción.
Las floreros van a jugar a un deporte americano y para ello se quitan la falda y se quedan en pantalones. De repente, llegan Hunt y Westcliff. Las mujeres intentan correr para salvar su honor, pero Anabelle se queda rezagada y mantiene una conversación con ambos hombres. Viene a decir que cómo van a hacer deporte con la falda puesta.
Al día siguiente, Anabelle vomita y Hunt la atiende sin dilación, quiere quitarle una media, las florero se escandalizan. Resulta que una víbora ha picado en el tobillo a Anabelle, tal y como pensaba Hunt. Desde entonces, Hunt siente la necesidad de cuidar de Anabelle, quiere estar a su lado. Y Anabelle se da cuenta de que Hunt no es tan malo como ella le juzgo de inicio.
Los días pasan y llega el momento de cazar a Kendall. Anabelle está a solas con él en el jardín y solo ha de esperar que lleguen sus amigas y más testigos, pero no puede, se da cuenta de que no le ama y sale corriendo. Se topa entonces con Hunt. Tienen una conversación en la que se da a entender que sienten algo el uno por el otro, Hunt dice que no solo la quiere como amante, sino que la quiere para él, le pide matrimonio y se besan. Entonces llegan las floreros y Westcliff, que han presenciado la escena. Westcliff no se fía, cree que Anabelle solo quiere el dinero de Hunt y hace un comentario inapropiado. Lillian defiende a su amiga, reniega de Hunt y quiere que todo el mundo haga como si no hubiera visto nada. Sin embargo, Hunt sale en defensa de su decisión y se casan.
Los novios disfrutan de la noche de bodas y se van de luna de miel a París. Hunt tiene mucho dinero y le da todos los caprichos a Anabelle, solo quiere que sea feliz. Anabelle se da cuenta de que la gente respeta mucho a su marido porque es un buen empresario.
A su vuelta, Hunt inicia unos negocios de fundición relacionados con el ferrocarril. Anabelle conoce a su suegra y cuñadas, y Philippa no acaba de sentirse cómoda. La suegra tampoco se fía de Anabelle, cree que está con su hijo por dinero.
La vida transcurre tranquila hasta que llega Jeremy, hermano de Anabelle, diciendo que su madre ha apuñalado al señor Hodgeham. Philippa lo ha hecho en defensa propia, ya que su ex amante quería propasarse con ella. Hunt va al encuentro de Hodgeham y ve que solo ha sido apuñalado en el brazo y no es grave, le amenaza y le ordena que no vuelva a molestar a la familia de Anabelle.
Hunt decide mandar a Philippa y a Jeremy de viaje con su madre y hermanas para que esté lejos de las habladurías. Durante el viaje hacen buenas migas y conocen a un apuesto caballero que les gusta a ambas.
Anabelle quiere conocer la fundición y visita el lugar de trabajo de su esposo. Justo ese día surge un imprevisto y la fábrica arde en llamas. Anabelle está a salvo, pero Hunt entra de nuevo para ayudar a los que aún están en peligro.
Cuando Anabelle se da cuenta de que su marido no sale y nadie va en su busca, ella misma entra en la fábrica. Lo encuentra con una pierna atorada. Él le pide que salga,pero ella no quiere dejarlo solo. Entonces llega Westcliff y entre los dos liberan a Hunt.
Hunt le dice a Anabelle que lo pasó muy mal al no poder protegerla y que hubiera preferido que hubiera salido, pero ella le dice que jamás le habría dejado solo porque «le ama». Westcliff pide disculpas a Anabelle por haber pensado que no amaba a su amigo y ella las acepta.
Las florero vuelven a estar juntas y quieren volver a ver a Evie pero sus padres no la dejan salir de casa, porque temen que se junte con malas compañías. Así que planean celebrar una gala a la que Evie pueda asistir y así volver a estar todas juntas y seguir con su misión de casamenteras. Fin.
lo que me gusta y lo que no me gusta
Me ha gustado que incorpore cierta comicidad en algunas escenas, sobre todo cuando se ve el contraste entre la forma de pensar anticuada de los aristócratas y las maneras modernas de la nueva clase social emergente. También me ha gustado que haya un grupo de amigas unidas por un mismo objetivo. Sin embargo, tras leer un par de este tipo de historias, me cansa un poco la visión que dan de la mujer. Entiendo que es una mujer de su época, pero quizás porque yo soy de otra época, me cuesta ponerme en sus zapatos. El hecho de que su única salida sea conseguir marido, me fastidia un poco. Cuando se trata de novelas escritas en el siglo XIX, puedo pasarlo por alto, pero con la novela contemporánea, aunque sea histórica, espero un poco más de originalidad.
En la novela, la protagonista empieza su búsqueda de marido de forma desesperada, sin importarle si hay amor en la relación, busca un compromiso por conveniencia, propio de la época. Sin embargo, acaba rechazando a un aristócrata porque no le ama y casándose con un hombre que no es aristócrata, pero que tiene más dinero que Christian Grey de «50 sombras». Además, es un gran amante, porque ha practica mucho previamente, mientras que ella es virgen. Creo que por fin he encontrado un cliché que odio: la virgen y el experimentado amante, me aburre soberanamente. Aunque entiendo que las lectoras de romántica esperan y desean este tipo de escenas.
Por otro lado, el libro tiene sus peripecias, pero en mi opinión, todas son muy forzadas, ya que sirven únicamente para permitir que Anabelle quede como una mujer de gran ética y para que su enamorado, Simon Hunt, quede como un hombre virtuoso, estupendo y de moral intachable. El hecho de que sea una novela tan idealizante, me echa para atrás. No es que los personajes no tengan defectos, es que en la novela sus defectos acaban siendo virtudes. Como el hecho de que Simon sea un tipo poco cortés, o que Anabelle quiera un marido rico, al final es porque Simón es muy sincero y porque Anabelle quiere ayudar a su familia, pero es incapaz de ser infiel a sí misma.
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