Lectura conjunta de Drácula
Segunda tanda: capítulos del 7 al 13
Cada capítulo que leo me enamora más y más de la obra literaria. Es impresionante cómo Stoker capta nuestra atención y nos dirige con una narración cuidada y detallista hacia el lugar al que quiere llevarnos.
Me gusta que vaya alternando los diarios y cartas con noticias del periódico, todo contribuye a darle ambientación y contexto a la novela, logrando un marco amplio y muy bien construido.
El capítulo 7 parte con la travesía del Demeter, el barco en el que Drácula llega a Inglaterra y en el que hace de las suyas acabando con la vida de la tripulación. A partir de este capítulo se le verá transformado en varios animales: un perro, un murciélago, un lobo…
Pero la protagonista indiscutible de la tanda ha sido el maravilloso personaje de Lucy Westenra. Lucy padece sonambulismo y desaparece una noche. Mina la encuentra en el cementerio junto a la extraña figura de un hombre de ojos rojos que se desvanece. Mina ve la marca indiscutible de Drácula en el cuello pero lo achaca a un alfiler, por lo que la herida pasa desapercibida. Sin embargo, Lucy empieza a tener días malos, en los que se encuentra decaída, tiene pesadillas y ya no es la misma.
Mina parte en busca de Jonathan a quien encuentra desolado, guarda su diario sin leerlo, se casan y heredan la fortuna de Hawkins, mentor del muchacho. Mientras tanto, Lucy cae gravemente enferma. Se encarga de cuidarla el doctor Seward, que pronto llama a escena a su colega Van Helsing, un reputado doctor que parece ocultar algo, quizás para no hacer más daño o por miedo a no ser entendido.
Lucy aparece cada mañana más demacrada, hasta el punto de que necesitará cuatro transfusiones de sangre. Sus tres pretendientes y el doctor Van Helsing serán quienes le cedan su propia sangre para salvarle la vida en cuatro ocasiones desesperadas. Van Helsing estará cerca de lograr que Lucy sobreviva gracias a una extraña flor medicinal, la flor del ajo. Pero varias importunidades impedirán que se salve la pobre Lucy.
Una vez muerta, Van Helsing es el único consciente de que algo terrible se esconde detrás de su muerte, algo peor de lo que nadie imagina. La entierran. Pero pronto saltan las alarmas en la zona acerca de una hermosa mujer que se lleva a los niños por la noche y los devuelve por la mañana.
En esta tanda hay muchas cosas que me han gustado:
En primer lugar, la amistad entre Lucy y Mina, cómo se cuidan la una a la otra, cómo Mina cree haberle clavado un alfiler a Lucy, cómo Lucy le ofrece sus zapatos a Mina cuando vuelven a casa y Mina le dice que no, pero se ensucia los pies en barro para que, si ven a alguien, nadie se dé cuenta de que no lleva zapatos, son detalles que hacen que la lectura sea mágica.
También me ha gustado la visión progre que Stoker da de la «mujer nueva» en el capítulo 8, cuando habla de que la mujer es capaz de lograr grandes cosas y la equipara al hombre. A lo largo de la novela Stoker demuestra un gran respeto por la mujer y por la amistad tanto de hombres como mujeres.
Y por cupuesto, me ha encantado cómo se desarrolla la enfermedad de Lucy, Stoker te acompaña a través de las fases de su martirio y la sombra de Drácula está siempre presente aguando los planes de los doctores. Consigue inquietar también en esta tanda de capítulos, que acaba de una forma espectacular con esa nueva dama malvada, la hermosa mujer.
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