Resumen completo de «Yo soy ellas» de Cruz Galdón

By Elena Llorente | 03/08/2020

Yo soy ellas es la primera novela de Cruz Galdón, una escritora nacida en Madrid, pero originaria de Jaén. Ejerce de interventora, pero su pasión son las letras y, sobre todo, empatizar y crecer como persona. Por ellos escribió su primer libro y por ello nos descubre su alma en él.

Yo soy ellas -Resumen completo

En el Jaén de 1910, viven unos jovencísimos Ángela y Samuel, vecinos de Bellavista de Jara. Ella es la hija de un humilde zapatero y él, el hijo de un terrateniente bien posicionado. Cuando el señor Almena, padre de Samuel, se entera de que su hijo está enamorado de Ángela, le prohíbe llevar a cabo el enlace por parecerle poco para él. Samuel quiere fugarse con Ángela y va a verla a su ventana.

Pero el señor Almena se encarga de hacerle llegar a Ángela el recado de que, si realmente quiere a Samuel le deje en paz, porque se merece más que la analfabeta hija de un zapatero. Ángela con pena en el corazón, se niega a seguir con Samuel cuando este va a su ventana y desaparece al día siguiente, ya que se va a vivir a un pueblo cercano junto a la familia de su hermana.

Samuel la busca sin éxito y la señorita Adela se interesa por él. Por su lado, Ángela conoce en el tren a Juan, un estudiante de medicina que se interesa por ella. Sin embargo, ni Samuel ni Ángela pueden olvidarse y rehacer sus vidas.

Muere el zapatero y Ángela vuelve a Bellavista de Jara para asistir al funeral. Es en ese momento cuando Samuel va a su encuentro y le dice que nadie podrá separarlos. El señor Almena, finalmente, accede a este enlace. Samuel hace el servicio militar y se escriben cartas de amor. Pero Ángela se pregunta si no la olvidará estando tan lejos. Finalmente, coincidiendo con la República, Samuel vuelve a casa. Por fin, se casan y tienen su primer hijo, Manuel. Después vendrán tres hijos más. Sin embargo, vuelven a separarse, esta vez por la Guerra Civil, Samuel se ve obligado a combatir en el bando republicano.

Vuelve como herido de guerra y sumido en una gran tristeza. Poco a poco, Ángela consigue, con mucho amor y dedicación, que su marido recupere el ánimo y vuelven a ser una familia feliz hasta que a Ángela le diagnostican un cáncer de ovarios y muere a la edad de 45 años.

Por otro lado, Ana es una vecina de Bellavista de Jara y es de la edad de Manuel, primogénito de Samuel y Ángela. Ana va a casa de su amiga Josefina y allí conoce a Manuel, que es vecino de su amiga. Nada más verse ambos quedan prendados el uno del otro. Ana cree que es pecado pensar tanto en un chico por la educación recibida, así que intenta con todas sus fuerzas olvidarlo.

Manuel le pide a Josefina que le dé una nota a Ana en la que le declara su amor. La amiga lo hace, pero cuando Ana recibe la nota, en vez de alegrarse, siente recelo, cree que puede ser que tan pronto como se ha enamorado se desenamore de ella y le haga daño.

Ana le rechaza, pero está celosa cuando lo ve hablando con otras chicas de su edad. Finalmente, se dan cita para dejar claros sus sentimientos y Manuel confiesa que está locamente enamorado de ella. Empiezan su noviazgo a escondidas, hasta que Manuel, harto de disimular, va a casa de los padres de Ana y le pide a su padre permiso para ser el novio de su hija.

Reciben el beneplácito de ambas familias. Son felices, hasta que un día Ana descubre una pequeña mentira, que lo cambio todo y le deja de un día para otro. Él se va a hacer el servicio militar y ella inicia una relación con un primo suyo, del que no está enamorada, porque quiere olvidar a Manuel y por las necesidades de la época de casarse.

Manuel, estando en la mili, le escribe una carta el día de su cumpleaños pidiéndole perdón y Ana, que ya había cortado con su primo por falta de amor, espera a que vuelva Manuel para saber si su amor es real. En el reencuentro comienzan de nuevo su relación, pero Manuel tiene que regresar a Madrid. Mientras Ana espera a que vuelva su novio, se siente sola y no recibe suficientes cartas, cree que Manuel podría olvidarla. Sin embargo, Samuel se percata de lo que está pasando y decide pedirle matrimonio a Ana en nombre de su hijo y sin que este lo sepa, y ella accede y preparan la boda. También Samuel rehace su vida con una mujer llamada María, que hasta entonces había sido la gobernanta de la casa.

Ana va a Madrid, donde se instalan y se casan, aunque Manuel se siente abrumado por las obligaciones que conllevan el matrimonio. Tienen dos hijos varones y en una ocasión en la que regresan a Bellavista de la Jara unas Navidades, Manuel relativiza sus obligaciones familiares, sale con sus amigos y parece distraído de sus labores maritales. Así que Ana se planta y le da un ultimátum. Quiere que Manuel vuelva a centrarse en ella y los niños o le deja. Manuel le pide perdón y promete cambiar.

Pasa algún tiempo, Ana y Manuel hacen unas vacaciones a Mallorca y Ana quiere quedarse embarazada. Sabe que Manuel no está por la labor porque, Ana sufrió un aborto hace poco sufriendo una hemorragia que casi la deja sin vida. Sin embargo, Ana consigue su objetivo y de ese encuentro amorosa nace la ansiada niña, Sara.

Sara es la narradora, hija de Ana y Manuel. Sara crece en otra época, libre e independiente ante los hombres. Recuerda un primer amor de adolescencia que se desvaneció. Estudia y consigue trabajo en Toledo. Allí conoce a David, empiezan a quedar, pero una noche en la que Sara le había preparado una estupenda cena y ansiaba que él se le declarara, descubre que está comprometido con otra mujer. No quiere volver a verlo.

Sin embargo, David consigue convencerla de lo contrario, deja a su antigua novia y le pide matrimonio a Sara, que acepta con alegría. De esa unión nacen dos hijos. Sin embargo, la relación se aletarga con el paso del tiempo y Sara siente que David no es feliz y que ella no ama con todo el alma.

Tras el doloroso divorcio, llega algo aún peor, su madre está muy enferma, a las puertas de la muerte. Sara reflexiona sobre las mujeres y hombres de su familia y se percata de que siempre amaron con todo el alma y vivieron relaciones intensas y amorosas. Es por ello, que se alegra de ser fiel a sus antepasados y de haberse divorciado de David, porque no es el hombre de su vida, ha de ser fiel a sí misma. La familia de Sara está sumida en la tristeza, pero será Sara quien saque fuerzas para avanzar. Aunque su madre está muy enferma, quiere celebrar su cumpleaños y así lo hacen. Finalmente, Ana muere y les quedará para siempre el recuerdo de haber podido celebrar sus 80 años. Sara se consuela en el amor de madre, ahora que es madre, sabe lo que es el verdadero amor y puede comprender mejor a las mujeres de su familia. Y sabe que está siendo fiel a sí misma y a su estirpe, porque el amor para ella es lo más genuino y hay que respetarlo. Al final Sara confiesa que es el alter ego de Cruz Galdón, autora del libro.

Lo que me gusta y lo que no me gusta

Lo que más me ha gustado es la forma en la que la propia autora se expone y nos abre su propia alma. La narradora aparece poco a poco, primero cuenta la historia de Ángela, luego la de Ana, y finalmente nos confiesa quién es ella.

También me ha gustado el lazo que une a la narradora con las mujeres de su pasado y el desenlace, que no es otro que la capacidad de su familia de amar desde el corazón, de amar en el sentido más profundo de la palabra y eso me ha parecido muy emotivo y sincero.

Cruz Galdón hace una radiografía de sí misma y, entre la biografía y la ficción, nos deja un bello mensaje: el verdadero amor es a uno mismo, ser fiel a uno mismo. Es mejor estar sola que no amar de verdad, pues, como mujeres, no debemos conformarnos y, si queremos amar intensamente o no sabemos identificarlo, el amor de una buena madre es el mejor reflejo del amor incondicional.

No ha habido nada que no me haya gustado de este libro, me ha parecido muy tierno, dulce y sincero, como su autora.