Mis lecturas
Resumen completo de «Loca por las compras» de Sophie Kinsella
Sophie Kinsella es el pseudónimo de la escritora británica Madeleine Wickham (1969), licenciada en Filosofía y Ciencias Políticas y Económicas en la Universidad de Oxford. Ha trabajado como docente y como periodista financiera. Curiosamente, este último oficio es el que desempeña la protagonista de la novela que nos disponemos a diseccionar. Kinsella es un referente en el género «Chick-lit». EL «Chick-lit» es un género narrativo catalogado como post-feminista, que trata de presentar a la mujer actual trabajadora, una mujer que se vale de sus propios medios para triunfar en la vida y que no es una víctima dependiente del criterio masculino.
He decidido leer varias novelas de esta autora, porque yo misma quiero escribir novela romántica en un futuro próximo y me estoy documentando.
Loca por las compras – Resumen
Presenta a Rebecca Bloomwood una periodista financiera que compra compulsivamente y está hasta arriba de deudas. Entre los personajes secundarios destacan: Suze, su compañera de piso, que es una niña rica de papá; Tarquin, el comadreja, que es el millonario primo de Suze y está enamorado de Rebecca; Luke, un empresario de las finanzas por el que Rebecca se siente atraída; los padres de Rebeca, que son unos buenos padres; los vecinos de Rebeca, una pareja que la adora y la hubieran querido como novia para su hijo Tom; y Derek Smeath, el cobrador que la persigue durante toda la novela para cobrar una de sus deudas.
La historia transcurre en Londres, Rebecca explica todo lo que le gusta comprar y lo mucho que necesita las compras para sentirse realizada. Irónicamente trabaja en la revista «Ahorro Seguro», pero es incapaz de ahorrar, ya que no puede evitar comprar compulsivamente. A lo largo de los capítulos, le llegan innumerables cartas de acreedores que solicitan el dinero que adeuda; sin embargo, Rebecca, como la protagonista del cuento de la lechera, es una soñadora empedernida, y solo se le ocurre comprar un boleto de lotería, que, por supuesto, no le toca. También, le da consejos sobre finanzas a sus vecinos, pero ni ella misma está segura de nada, porque ni le gustan las finanzas ni cree que sepa nada al respecto. Le pasan un sinfín de situaciones chistosas, como que busca un trabajo de fin de semana para saldar sus deudas, pero antes de cobrar ya está pensando en lo que se va a comprar con el dinero, siempre en busca de gangas engañosas y de objetos superfluos.
El primer día como dependienta la echan por un altercado con una clienta y, luego, esa clienta resulta ser la novia de Tom, el hijo de sus vecinos, que, para colmo cree que Rebecca está locamente enamorado de él, nada más lejos de la realidad. Otro de sus intentos por hacer dinero la lleva a comprar unos marcos, que una vez decorados y montados, cree ella, que le reportarán muchas ganancias. Sin embargo, se le da fatal montar los marcos y se enfada consigo misma porque ha perdido aún más dinero con esa inversión. Cuál será su sorpresa cuando un día, llega a casa y se encuentra todos los marcos confeccionados, los ha hecho Suze, que tiene una sorprendente habilidad y que, de forma altruista, los ha hecho para ayudar a su mejor amiga.
Más adelante, Tarquin le pide una cita, a ella no le gusta, pero cuando se entera de que es millonario, decide darle una oportunidad y la cita sale mal, ya que Tarquin la pilla ojeando su talonario. Aun así, Rebecca no es mala chica, tiene un gran corazón. Cuando se entera de que, debido a sus malos consejos, sus vecinos perdieron 20.000 libras, decide escribir un artículo denunciando al banco por mala praxis y consigue un gran éxito, hasta el punto de que la llaman para participar en el programa de televisión «Desayunos por la mañana».
Una vez allí se encuentra cara a cara con Luke en un debate en el que cada uno defiende una postura contraria sobre el tema del artículo de Rebecca. Finalmente, Luke le da la razón a Rebecca, y afirma que sí fue una mala praxis y que no quiere representar a un banco que trata así a sus clientes. Rebeca está halagada y encantada, pero entonces ve a Derek Smeath, el cobrador que la persigue y cree que ha venido a ponerla en evidencia. Se encuentra con él, pero resulta que a Derek le ha gustado mucho su intervención y ha pasado a admirarla, por lo que se posponen sus deudas. Además, vuelve a casa y Suze está orgullosa de ella, Tarquin sigue queriendo una cita con ella y Luke la ha invitado a cenar esa misma noche. Decide ir a la cita con Luke y acaban besándose y pasando la noche juntos. Fin.
Lo que más me ha gustado y lo que menos
Lo que más me ha gustado es el uso de la ironía británica, ya que la protagonista es buena persona, pero una auténtica hipócrita, es muy graciosa la diferencia entre lo que dice y lo que realmente piensa. Además, en todo momento vive en una nube, soñando con ideales imposibles que la llevan a vivir situaciones rocambolescas y divertidas. Realmente, la autora consigue sacarte una sonrisa.
Por otro lado, los personajes están bien dibujados y bien utilizados en el entramado del relato, ya que todos ellos tienen una función y son necesarios para dar pie a las diferentes escenas, de forma nada forzada.
Lo que menos me ha gustado es el uso perpetuo del presente de indicativo. Sé que es una características de muchas de estas novelas «Chick-lit», pero al inicio me ha resultado irritante. El presente, en estas historias, se usa para actualizar en todo momento lo que le ocurre a la protagonista y que dé la impresión de que lector y personaje lo viven todo en primera persona y de forma simultánea. En mi opinión, el presente de indicativo es una herramienta más, que puede venir muy bien en un momento dado, sobre todo en los monólogos, o para retratar el pensamiento del personaje en un momento dado, pero no entiendo por qué se utiliza de forma generalizada durante toda la novela. Prefiero el pretérito perfecto simple y que la historia se cuente en pasado, ya que, igualmente, puedes utilizar el presente en momentos puntuales.
Otra cosa que no me ha gustado es la visión de la mujer que se da en esta novela. Entiendo que la idea es hacer reír. Pero, al inicio, la protagonista se comporta de forma superficial y como una auténtica compradora compulsiva patológica y superficial. Durante la novela, Rebeca muestra sus ganas de modificar su comportamiento, pero es totalmente incapaz, e incluso al final de la novela, sigue con su problema insaciable. Desde mi punto de vista no cumple con su intención de mostrar a una mujer triunfadora, ya que por mucho que acabe triunfando, sigue siendo una insegura y una compradora compulsiva. A su favor, debo decir, que eso es, al mismo tiempo, lo que hace que la novela sea chistosa. Simplemente, creo que no beneficia a la imagen de la mujer trabajadora.
Y eso es todo por hoy, más reseñas próximamente.
Saludos y feliz día.
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