Meditaciones
Midfulness como forma de vida (incluye ejercicio)
Profundización en el entrenamiento mental
Practicar el mindfulness se considera a menudo una manera de vivir. Las prácticas de mindfulness nos acercan al bienestar a base de entrenar la mente para que ponga atención en el presente. No se trata de una religión ni de una creencia. Se trata de un proceso biológico que promueve la salud física y mental -ciertamente utilizado por muchas religiones orientales- y que podemos dejar que tiña la totalidad de nuestra vida para conseguir sus múltiples beneficios.
Vivimos distraídos entre recuerdos, remordimientos, rabia o tristeza por el pasado, mezclado con anhelo, preparación, previsión, preocupación o miedo por el futuro.
Es lo que hace nuestra mente habitualmente: ir del pasado al futuro y buscar distracciones que la anestesien en las múltiples formas que mencionamos en el artículo anterior- y cuando la anestesia se termina, la insatisfacción y el malestar siguen allí…y entonces buscamos otra anestesia-. Pero raramente está en el presente, la mente se niega a estar con lo que hay, sencillamente observando lo que hay y dándole la bienvenida a ese momento de nuestra vida. La resistencia que pone a parar es enorme.
Estar en el presente es uno de los retos más grandes que nos podamos proponer. Pero sus beneficios son tan enormes que vale la pena hacer el esfuerzo.
Profundización en la práctica individual
Hemos ido trabajando a través de diferentes prácticas una nueva manera de poner atención. Una atención que pone su foco en el presente de manera curiosa y sin juicio, que mantiene la consciencia en lo que hay, en vez de buscar automáticamente la distracción. Queremos ser científicos o médicos de nuestra vida, en vez de jueces, queremos estar interesados en lo que hay sin necesidad de condenar lo que vemos.
Daremos algunos ejemplos más de cómo el mindfulness puede llegar a cualquier momento de nuestra vida. Lo único que necesitamos es poner atención.
1. Ahora mismo, en el instante en el que estás leyendo estas líneas, date cuenta de tu cuerpo. Como si fueras un científico observándolo.
2. Fíjate en tu postura, la posición de piernas y brazos.
3. Observa la luz del espacio donde estás.
4. Capta los sonidos a tu alrededor.
5. Siente el contacto de la ropa que llevas puesta.
6. Sigue la respiración por unos momentos.
7. Estás en el presente.
8. Estos segundos no se te han escapado. Has estado allí. Enhorabuena.
Con este simple ejercicio has conseguido parar el piloto automático. Así de fácil. Has disfrutado el presente observando unos instantes que, de otra forma, se habrían escapado, y a la vez te estás acercando al nuevo cerebro del bienestar.
Otra práctica interesante de mindfulness es la que podemos realizar en situaciones como una reunión de trabajo.
1.Nota como estás sentado en la silla. Su firmeza y forma debajo de tu cuerpo. El respaldo.
2. Date cuenta de la respiración.
3. Fíjate en la reunión. En la persona que habla, como si no la hubieras visto
nunca.
4. Observa el espacio donde tiene lugar la reunión. Busca algún elemento nuevo en el que no te hubieras fijado antes.
5. Escucha con atención pero sin perderte a ti mismo.
6. Resigue tu cuerpo mentalmente, buscando sensaciones. Localizando tensiones, malestar…o, por el contrario, buscando sensaciones agradables.
7. Date cuenta de si estás preocupado por algo de la reunión.
8. Observa si alguna de las sensaciones desagradables en el cuerpo puede tener que ver con algo que ha pasado fuera del trabajo.
9. Sigue la respiración.
10. Date cuenta de que la mente puede estar donde está tu cuerpo.
11. Enhorabuena. Estás allí. Estos momentos de la vida no se han escapado sin que tú estuvieras. Estabas conectado con el aquí y el ahora en vez de dejarte llevar por la mente automática.
Una práctica más. Para los que conducen de camino al trabajo.
La mayoría de gente que va al trabajo en coche pasa una cantidad de tiempo infinita pensando. Por desgracia, sus pensamientos nunca son sobre la conducción que están realizando. Más bien se distraen entre recuerdos, remordimientos, rabia o tristeza por el pasado, mezclado con preparación, previsión, preocupación o miedo por el futuro. Es lo que hace nuestra mente habitualmente: ir del pasado al futuro y buscar distracciones que la anestesien en las múltiples formas que mencionamos en el tema 7. Y cuando la anestesia se termina, la insatisfacción y el malestar siguen allí…y entonces buscamos otra anestesia-. Raramente la mente está en el presente, sencillamente observando lo que hay y dándole la bienvenida a ese momento de la vida. La conducción es una práctica de mindfulness excelente para estar en el presente.
1. Empieza la práctica notando las manos en el volante y el cuerpo colocado en el asiento.
2. Observa a tu alrededor.
3. Pon la atención en la respiración mientras sientes cómo conduces.
4. Intenta no pensar en adónde vas o lo que has hecho esta mañana, intenta que la mente esté donde está tu cuerpo: dentro del coche.
5. Hay conductores peligrosos y lo que querrías es gritarles lo mal que lo hacen. Vuelve al presente, vuelve a tu coche y quédate allí. No vas a poder cambiar al otro conductor. Alégrate por no poner tú en peligro a los demás.
6. Si pones la radio, date cuenta de que la estás escuchando y lo que te hace
sentir lo que oyes.
7. Sigue conduciendo con atención.
De igual forma, podemos estar también presentes si nos trasladamos al trabajo en transporte público, intentando que la mente y el cuerpo estén en el mismo lugar: el presente.
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