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Ejercicio de RESPIRACIÓN CONSCIENTE para infantil y primaria
Se sitúa a los niños y niñas en un círculo tumbados con su cojín de descanso o un muñeco.
“Vamos a imaginar que nuestro cojín es un bebé y tiene sueño pero no se puede dormir…(en esta situación se puede contar que el bebé esté nervioso, que se encuentra alterado, lo que se nos ocurra y venga bien en ese momento porque tal vez haya pasado algo en clase significativo y queremos que se hagan conscientes de ello)…Vamos a ponerlo encima de nuestra barriguita y lo abrazamos suavemente… El bebé va a sentir cómo nuestra barriga se hincha y se deshincha como un globo cuando respiramos….. Así ….. muy bien. Respiramos profundamente….y sentimos cómo nuestra barriguita sube….. y ahora soltamos poco a poco el aire para que no se despierte el bebé. Despacito…”
El bebé poco a poco se tranquiliza como nosotros cuando alguien que queremos nos acurruca, cuando estamos nerviosos, con miedo o enfadados….. Muy bien…. (cuando vemos que se empiezan a inquietar llamamos su atención con algo que el grupo y tu conocéis, algo que tenga que ver con vuestra relación. Es interesante que las prácticas sean un momento de reflexión y de aprendizaje.)
Algunos de vuestros bebés están todavía inquietos, haz que sienta tu respiración y como tu barriguita sube y baja…..así muy bien. (hacemos la salida tranquilamente) Siento que el bebé se ha podido dormir y no quiero que se despierte, para ello le mezo un poquito, despacito, muy despacitooooo….. respiro por la nariz un poco más fuerte de lo normal. Ahora poco a poco voy moviendo los pies, las manos y cuando suene la campanilla…. Nos sentamos.
Preguntamos a los niños qué han sentido, cómo era su bebé, si se ha podido dormir… Cuando se pone la práctica en la asamblea es muy interesante hacerse conscientes de lo que representa lo que han realizado y darle un sentido, en muchos casos son ellos mismos los que se lo dan.
Texto para niños para el primer contacto con la respiración (o simplemente para leérselo)
“La respiración está siempre contigo. Desde que naciste. Y lo estará siempre. Dedica un tiempo a estar con ella. Es tu mejor amiga. Cuando inspires deja que el aire entre por todo tu cuerpo iluminando con su luz cada órgano, cada pequeña arteria, como si fueran rayos dorados de amor que se expanden, con el mundo, con el universo. Como una estrella. Si un día te sientes cansado o preocupado, con tu cabeza llena de turbulencias, lleva la atención a tu vientre y respira profundamente. La respiración devolverá la calma a tu barco. Es tu ancla.“
Este texto lo puedes hacer solo o mezclarlo con el anterior. Cuando empieces a hablar y veas cómo responden sentirás que este texto te sobra, tú sabes lo que tu grupo necesita, tú ya tienes todo lo que les quieres transmitir y si realizas las prácticas individuales te será todavía más fácil.
Tal vez esta práctica pueda durar cinco minutos con los más pequeños y un poco más con los más mayores. Se puede utilizar también con adultos. En Mindfulness se utiliza mucho la metáfora para profundizar en las sensaciones que vamos teniendo. El facilitador está hablando en un momento que el grupo está quieto y atento a lo que se va diciendo.
Algunos niños tienen miedo a cerrar los ojos o a estarse quietos. Cada persona tiene su proceso. No se les debe regañar, sí invitarles a participar y reconducirlos al ejercicio que se esté realizando.
Cuando se ponga en común el ejercicio es conveniente resaltar que a veces no podemos estar quietos pero que no importa, lo que si es importante es que intenten hacerlo. Los más mayores pueden que estén quietos, pero tal vez su mente esté fuera durante la practica. Es cuando se pone en común la experiencia, cuando se puede hablar de la mente y cómo esta está acostumbrada a irse donde quiere y los ejercicios que realicemos entrenarán para poner atención plena de forma consciente a lo que
nosotros decidimos.
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