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Movimiento consciente para reducir el estrés – El yoga y el paseo meditativo
En este artículo ya entramos en materia e introduciremos dos nuevas prácticas para entrenar la atención consciente: el yoga y el paseo meditativo -también llamado paseo silencioso-. Mediante estas dos
prácticas nos adentraremos un poco más en trabajar la relación cuerpo-mente que ya habíamos iniciado con la práctica de atención en la respiración y en los sentidos.
Seguiremos viendo, a través de estas nuevas prácticas de atención al cuerpo en movimiento, la relación íntima y dinámica que hay entre nuestros pensamientos y sentimientos y nuestro cuerpo. Con razón la palabra yoga proviene del vocablo «yuj», que significa «unir«, indicando que lo que se intenta es unir cuerpo y mente a través de su práctica. Cuánto mejor conozcamos esta relación, más fácil nos será estar en el presente, observando que somos mucho más que nuestras experiencias. Tendremos de nuevo la oportunidad de darnos cuenta de lo que está influyendo en nuestro bienestar y afrontarlo de una nueva manera.
Cuentan que el yoga se inició hace miles de años (hay quien se atreve a decir 10.000, aunque parece que 5.000 sería una fecha más acertada) en la India. Los meditadores estaban sentados durante horas y no eran capaces de centrar su mente por culpa del dolor corporal que les provocaba la inmovilidad. Se dieron cuenta de que los animales que les rodeaban estiraban su cuerpo de vez en cuando para seguir a continuación con
sus actividades, y empezaron a imitar sus estiramientos, dándose cuenta de que estos movimientos les aportaban mayor fortaleza y flexibilidad corporal. Según dicen, esta es la razón por la cual muchas posturas siguen teniendo nombre de animal, refiriéndose al ser imitado.
El yoga que proponemos en esta ocasión es un hatha yoga muy suave. A
menudo se llama directamente yoga consciente -mindful yoga– indicando con el nombre que lo importante durante la realización de estos movimientos es la consciencia que ponemos en nuestra mente y cuerpo mientras los realizamos.
Daremos a continuación unas indicaciones para realizar la práctica de yoga:
• El yoga es meditación, igual que seguir la respiración y poner atención a lo que nos rodea con los sentidos.
• El cuerpo de cada persona es diferente. No todos tenemos la misma flexibilidad y equilibrio, así que nunca querremos llegar a nuestro límite durante la práctica. Escuchemos a nuestro cuerpo para decidir realizar o no realizar un determinado movimiento. Incluso decidiendo no realizar una práctica estamos practicando la atención en el cuerpo y en la mente, así que estamos mejorando nuestra atención consciente y haciendo un favor a nuestra biología.
• Si tenemos limitaciones físicas importantes, hasta el punto de que no nos es posible realizar ni empezar la secuencia de prácticas, nuestra práctica será imaginar que realizamos los movimientos y posturas. Los neurólogos confirman que visualizar los movimientos pone en marcha las mismas neuronas motoras que cuando lo hacemos físicamente.
• Nuestra intención no es hacer nuestra práctica de yoga sino estar en nuestra práctica de yoga. Conseguir una flexibilidad inusual o unas posturas vertiginosas no es el objetivo de nuestra práctica, sino que el objetivo es hacer una práctica de atención física -meditación- en movimiento.
• Nuestro enfoque del yoga no se centra en el progreso sino en el proceso.
• Debemos mantener durante el yoga las ocho actitudes fundacionales del mindfulness: mente de principiante, no juzgar, aceptación, no forzamiento, ecuanimidad, ceder, confianza y paciencia.
• Nos plantearemos a lo largo de la práctica la siguiente pregunta ¿Qué puedo soltar? observando si la respuesta nos la da el cuerpo soltando, relajando, quitando tensión en alguna parte del cuerpo o nos la da la mente soltando una preocupación, un pensamiento recurrente dañino o una idea que no nos beneficia. A menudo tensionamos partes del cuerpo que no son necesarias -en el yoga y durante el día- como la cara, la zona cervical o los hombros. El yoga mindful será una oportunidad para darnos cuenta de esto y mejorar nuestro bienestar.
Antes de la práctica del paseo silencioso daremos también unas indicaciones:
• El paseo silencioso es meditación, igual que el yoga y que seguir la respiración y poner atención a lo que nos rodea con los sentidos.
• Debemos mantener durante el paseo silencioso las ocho actitudes fundacionales del mindfulness: mente de principiante, no juzgar, aceptación, no forzamiento, ecuanimidad, ceder, confianza y paciencia.
• Nuestro objetivo durante esta práctica no es llegar a la meta que nos podríamos proponer, sino estar presentes durante la práctica.
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