Mindfulness
Mindfulness como herramienta para reducir el estrés
A lo largo de los últimos artículos del blog hemos estudiado las causas -externas o internas- del estrés, los síntomas con los que lo podemos identificar y finalmente sus graves consecuencias para nuestra salud. A continuación veremos por qué hay personas que, delante de una
situación problemática de la vida, consiguen llevarla con serenidad y equilibrio, y hay otras que, delante del mismo problema, se hunden, hunden a los de su alrededor y no son capaces de tirar adelante. La capacidad que tenemos básicamente depende de cuatro factores:
1. Nuestra genética: sobre la cual no tenemos, en principio, posibilidad de actuar, aunque los últimos estudios de epigenética parecen indicar que podemos cambiarla.
2. Nuestra historia personal: nuestras experiencias con el entorno y con los demás, en especial durante la infancia y la adolescencia, que han ayudado a forjar un carácter optimista o pesimista, unas preferencias, unas debilidades etc..
3. La red personal de apoyo a nuestro alrededor: la red de soporte que tengamos a nuestro alrededor juega un papel crucial en nuestra capacidad de enfrentarnos a situaciones graves. Tener un entorno de pareja, familiar y de amigos que nos apoyan en momentos difíciles, que nos escuchan, que nos animan y que nos demuestran que somos importantes, es una de las mejores garantías para poder llevar la
situación problemática con calma y serenidad.
4. Y finalmente el éxito depende, en su parte más importante, de nuestra inteligencia emocional. Esta depende exclusivamente de nosotros mismos. Y es justamente en este factor crucial donde incluimos las prácticas de atención plena.
La práctica de la meditación hará que nuestra percepción de la realidad resulte menos distorsionada gracias al cerebro sereno que habremos conseguido. Nuestra respuesta a la situación estresante no tiene tanto que ver con la situación en si, sino con el significado que damos a lo que tenemos delante. Nos resultará más natural dar un significado positivo a las cosas, pues la biología -lo hemos visto en el tema sobre el
cerebro- y el mayor autoconocimiento nos ayudarán a ello.
Las personas que han iniciado una práctica de meditación o mindfulness coinciden en decir que:
• Se levantan antes -las horas de sueño les cunden más-.
• Disfrutan más de lo que tienen -sin la necesidad constante de llegar al futuro o tener más-.
• Confían más en ellos mismos -confían más en su intuición y capacidad de superar lo que venga-.
• Toman la decisiones con más rapidez -disfrutan de una claridad mental que antes no tenían-.
• Reducen la angustia de estarse perdiendo algo importante -en el medio social, etc.-.
• Beben menos alcohol, si es el caso -no necesitan acceder a medios externos para reducir el estrés cómo antes-.
• Tienen más paciencia -están menos agresivos-.
• Rinden más en menos tiempo -al concentrar la atención en una tarea única la realizan con más eficiencia; hacer múltiples tareas a la vez es receta para el desastre-.
• Solucionan problemas de infertilidad y disfunción sexual – aumenta la testosterona en los hombres y el sistema reproductor se reactiva después de estar paralizado por el estrés-.
En los centros educativos donde se ha introducido la práctica de mindfulness entre sus educadores y alumnos, los participantes coinciden en decir que:
• Han mejorado su capacidad de atención y concentración.
• Han mejorado sus resultados académicos.
• Tienen mejor control de emociones y mejor control de los impulsos.
• Participan más en actividades del centro escolar.
• Muestran más empatía e interés por las demás personas del centro.
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