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Dificultades en la primera semana de dieta y cómo lograr vencer la tentación
Bienvenid@ a mi blog personal ?
Si leíste la última entrada, sabrás cómo he llegado a este punto y por qué he decidido ponerme a dieta. Si no la has leído, puedes hacerlo AQUÍ.
Escribo este post para contarte mis reflexiones en estos primeros días de dieta:
LA PRIMERA BARRERA ES PSICOLÓGICA
Estoy satisfecha porque no he cedido a la tentación de comer dulces y eso, créeme, es un avance increíble. De hecho, me ha hecho llegar a ciertas conclusiones. En primer lugar, me he dado cuenta de que solo se puede lograr mantener la dieta cuando hay un trabajo mental y físico previo. En mi caso, me ha costado casi dos años o más llegar a este punto en el control de mi voluntad, porque hasta hace pocos días, un heladito por aquí, solo una cucharadita de azúcar por allá, postrecito, patatitas, eso no se queda en el plato, ya me lo como yo… se puede decir que he sido la reina de los golosos durante mucho tiempo. Me iba diciendo que estaba mal, que así no progresaba, pero había algo dentro de mí enchufado a un «me da igual, no es para tanto». Lidiar contra eso es lo que me ha llevado tiempo, hasta que un día se te hace fácil privarte de lo que sabes que te hace daño o de lo que sabes que no te permite llegar a tu objetivo.
Antes de llegar a este punto de control sobre mi conducta, no solo he trabajado mi diálogo interno, también he empezado a hacer ejercicio físico. Los pequeños logros me han motivado, aunque no bajase de peso, hacer deporte me subía el ánimo y me hacía sentir más saludable.
PACIENCIA INFINITA
La segunda, no es menos dura de sorpasar. Se trata de admitir que no va a ser rápido. Es un proceso que dura meses, probablemente un año en mi caso. Ahora mismo estoy en un momento en el que no dejo que el desánimo me envenene, simplemente sé que va a ser un camino largo y que voy a tener que seguir las reglas.
REGLA PRINCIPAL
- No comer azúcar
Parece fácil, pero no lo es. Nada de bollería, helados, dulces, alimentos precocinados o envasados, fritos, salsas, nada de frutas altas en fructosa… implica cambiar mis hábitos alimenticios y dejar de disfrutar de ciertas comidas. El momento de las comidas, que antes era un auténtico placer, se convierte en algo soso y sin importancia. Ya no implica disfrutar. Y te diré por qué, el momento de comer se vuelve monótono. Todavía no sé si eso ayuda o no. Solo me ha quedado claro, que ya no voy a asociar el comer con el placer, sino simplemente con la nutrición. Ya sé que para mucha gente el tema de la nutrición es apasionante, pero para mí lo apasionante era el mundo del sabor. Ahora me veo obligándome a decir adiós al sabor. No porque no haya comidas sanas, que no engorden y estén ricas, sino porque hay pocas opciones y finalmente comes lo mismo. Bueno, creo que me estoy alargando demasiado, RIP por el sabor, descanse en paz, finito.
OBSTÁCULOS DIARIOS Y CÓMO VENCERLOS
Aparte de lo ya mencionado, me he encontrado con el obstáculo de la convivencia alimenticia con los hijos y la pareja. Que yo esté a dieta no implica que ellos lo estén también.
Mi primer día de dieta, a la hora de cenar, encontré tres bolsas de bollos industriales en la cocina a los que tuve que decir que no.
Es un poco como dejar de fumar con una cajetilla de tabaco rubio abierta delante de ti. Y sorprendentemente conseguí superar esa prueba, por lo dicho anteriormente: he llegado a un punto en el que estoy convencida de lo que quiero y de cómo conseguirlo.
Otro escollo ha sido que tengo dos adorables hijos, mientras ellos comen lasaña, pizza, hamburguesa con patatas, salmón con salsa de soja o helado, yo tomo mi ensalada variada, variadísima, o mis verduritas al vapor, mi pescadito o pechuguita a la plancha, etc. Es difícil, pero se logra, hasta el punto de que cocino varios platos el mismo día, pero no pruebo lo que sé que engorda.
TRUCOS
Todavía no me he pesado. Sé más o menos de que peso parto y no me pesaré hasta pasadas varias semanas, puede que espere un mes. Sé lo que desanima ver que no estás bajando y es un error porque aunque no bajes en peso, al cambiar de hábitos estás realizando la mejor parte. Pero psicológicamente quema mucho ver que el progreso es lento. Por ello he dicho adiós a la báscula por ahora.
PARA EL DESAYUNO
Por las mañanas me apetece café con leche y lo tomo sin azúcar y con la leche semidesnatada. Si me levanto con hambre, tomo fruta variada o me hago una ensalada y opcionalmente le añado queso fresco.
Mi desayuno preferido es el café con leche. No me cuesta tomarlo sin azúcar, porque me he acostumbrado. Además la leche le aporta dulzor. Tengo entendido que un café con leche sin azúcar aporta 22 calorías, aunque depende de las dimensiones.
Durante la mañana puedo comer algo de fruta. Las frutas con menos fructosa son la sandía, las fresas, la manzana y poco más. Según me apetezca, también como otras frutas, como la piña, la naranja, los arándanos, etc. Estas frutas me quitan la abstinencia que produce la necesidad de azúcar y son un buen sustituto de la bollería industrial o casera.
COMIDAS Y CENAS
En las comidas y cenas suelo hacer ensalada (evitando el maíz y todo lo que sea demasiado calórico, y aliñando con poco aceite, sal y limón o lima). También pollo o pescado blanco. Cocinados a la plancha. Y las verduras siempre al vapor, porque es cómo mejor conservan su sabor.
HAMBRE Y PICOTEO
A media tarde suele venirme la ansiedad y hago algo que quizás no sea recomendable, pero que definitivamente me quita el hambre. Como una tostada con aceite y sal. Son carbohidratos. SI PUEDES, DÉJAME UN COMENTARIO SOBRE SI HAGO BIEN O MAL. Yo creo que un poco de pan blanco con aceite en crudo, sin queso ni embutido, no debería engordar mucho. A la larga m, si me funciona, lo seguiré haciendo como merienda, pero me pasaré a otro tipo de pan o iré variando.
Y otro truco que he usado estos días es el del café con leche semidesnatada y sin azúcar, si tengo mucha hambre me tomo uno. Me quita el hambre, me sacia. Creo que es porque la leche hincha un poco el estómago y da sensación de saciedad, lo cual es genial en mis circunstancias. Creo que tomo unos dos o tres cafés al día, tampoco abuso. Uno para desayunar, otro a media mañana, si no como fruta, y otro por la tarde.
Y A TI, ¿QUÉ TRUCOS TE FUNCIONAN? Dímelo en comentarios por fa, y déjame todas tus opiniones, sugerencias o vivencias. Las leeré con cariño y atención.
Un abrazo y a seguir con ello. Gracias por estar ahí, este blog es una forma de automotivarme, compartir es la clave.
Besitos?❤️
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