Otro de los síntomas asociados al estrés es la tensión muscular inconsciente, que mantenida en el tiempo provoca dolores, contracturas y lesiones (cervicales, cuello, espalda…).

Si escuchamos a nuestro cuerpo y realizamos unos minutos de relajación podremos prevenir esas afecciones.

relajación progresiva

Desarrollada por Edmund Jacobson en 1929 y vigente hasta nuestros días, consiste en contraer y relajar nuestros músculos. Puedes empezar por brazos y manos, los tensas, cuentas hasta 5 y sueltas la tensión, verás que sientes como un cosquilleo. Luego sigues con cuello y cara. Luego pasas a espalda y glúteos, por ejemplo, luego piernas y pies. Siempre el mismo procedimiento, primero contraer y luego soltar.

relajación controlada por clave

Se trata de crear un anclaje, ya que asociamos una palabra personal a la relajación. Cuando estamos en estado de relajación nos repetimos una y otra vez esa palabra elegida, así en una ocasión de tensión de la vida cotidiana, podemos decirnos esta palabra y nuestro cuerpo recordará a lo que la asociamos y nos ayudará a relajarnos en el momento deseado. si eres más visual, puedes asociar la relajación a una imagen. Y si eres más kinestésico, puedes asociarlo a un movimiento o a una presión en alguna zona de tu cuerpo.