Pensamiento productivo
Cómo convertir la crítica tóxica en crítica sana y constructiva
Con anterioridad hemos hablado de las diferencias entre una crítica tóxica y otra constructiva y ahora te voy a explicar cómo actuar si tu diálogo interno echa chispas de negatividad… ¿Quieres convertirte en tu mejor amigo? Sigue estos sencillos pasos.
1# atrapar al crítico
En primer lugar, tienes que darte cuenta de que estás criticando negativamente. Para ello busca las señales que te lo confirmen: ¿Tienes pensamientos destructivos sobre ti mismo o sobre alguien? ¿Tu lenguaje interno está plagado de distorsiones? ¿Emergen sensaciones y sentimientos negativos?
2 # poner distancia
Tienes que separarte de esas distorsiones o críticas tóxicas. Para ello distánciate, actúa como si te observaras desde fuera y date cuenta de que esos pensamientos provienen del ego y no definen tu esencia. Puedes decirte «Ese no soy yo», «Es una de mis voces, pero no es mi esencia».
3# comprender
Las críticas que nos hacemos provienen de valores, creencias y experiencias pasadas. Es probable que en su origen tuviera alguna ventaja pensar así. Busca el origen de la crítica, para qué te sirvió en su génesis y pregúntate si hoy en día está obsoleta y puedes prescindir de ella, porque hacerlo te beneficiará.
Hazte las siguientes preguntas:
- ¿De qué me quiere proteger el crítico?
- ¿Qué estoy necesitando?
- ¿Qué emociones tengo bloqueadas?
4# reformular sanamente la crítica
Empieza a escuchar otra voz, una nueva voz interna amable y compasiva, que te ayuda y te guía, que no te recrimina, que te ilumina el camino, que te propone recursos y soluciones. Para ello es probable que tengas que cambiar tu lenguaje y la manera que tienes de dirigirte a ti mismo. Y finalmente actuar en consecuencia y hacer lo que más te beneficia.
Responde a las siguientes cuestiones:
- ¿Cómo puedo canalizar estas emociones?
- ¿Qué puedo decirme para sentirme mejor?
- ¿Cómo puedo animarme a actuar de la manera correcta?
Hasta el próximo vídeo-post…
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