Recursos
11 estrategias de regulación emocional
Las estrategias de regulación emocional pertenecen a cuatro ámbitos básicos de los que podemos extraer nuestros recursos personales:
mente
Como técnicas relacionadas con la mente, contamos con:
- Mindfulness: es un método de meditación que pone atención en el momento presente a través de la observación caracterizada especialmente por ser «sin juzgar» y «con la curiosidad propia de los niños».
- Pensamiento productivo: una serie de técnicas cuyo objetivo es desactivar nuestro diálogo interno negativizante y sustituirlo por un diálogo interno constructivo.
- Visualización: es una técnica que nos permite engañar a nuestro organismo cambiando nuestro estado de ánimo mediante la visualización de escenas agradables.
- Cambio de creencias: técnicas que inciden en la raíz del problema, que son las creencias limitantes, para convertirlas en creencias positivas, adecuadas a nuestra situación actual y constructivas.
comunicación
Básicamente se trata de conseguir:
- Una expresión saludable de nuestras emociones, deseos e interacciones.
- Aserividad: la capacidad de expresarnos con respeto hacia los demás y hacia nosotros mismos, observando tanto a nuestro interlocutor como a nuestro comportamiento y emociones, y siendo coherente con ellos.
cuerpo
Son formas de sacarle partido a nuestro cuerpo, puesto que realmente el cuerpo es nuestro recurso más poderoso a la hora de gestionar las emociones:
- Cambio de postura: hacernos conscientes de la postura que empleamos y cambiarla por posturas más sanas y que potencian emociones positivas.
- Técnicas de relajación muscular: diferentes formas de relajar nuestro cuerpo para producir endorfinas y sentirnos mejor.
- Respiración consciente: controlar nuestras reacciones mediante la relajación fisiológica a través de una respiración consciente y eficaz.
acción
Para regular nuestras emociones, también podemos partir de nuestras conductas, mediante acciones que nos beneficien:
- Hábitos emocionalmente saludables: son aquellos hábitos que pueden aportarte un estado de ánimo positivo, como dedicarte a algo que te gusta (leer, escribir, dibujar, cocinar, escalar…).
- Cambio de actividad: descubrir si lo que hago me beneficia o me perjudica y actuar en consecuencia probando algo nuevo. Se trata de ser capaz de cambiar de actividad para detener los sentimientos negativos. por ejemplo, si ves que empiezas a estar triste, te pones a escuchar una canción positiva o cualquier acción que te haga cambiar de estado de ánimo rápidamente.
En futuros vídeo-posts empezaré a explicar cada estrategia de manera exhaustiva.
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