Autoconocimiento
La técnica del diario emocional
A veces no somos conscientes de las creencias negativas que tenemos arraigadas. Puede que nuestra educación en la infancia nos haya guiado por unos caminos que no son los de la felicidad y es ahora, en la edad adulta, cuando podemos cambiar esto, desde la toma de conciencia. Pero, ¿cómo tomar conciencia de las conductas y pensamientos que debilitan nuestra autoestima o perjudican nuestras relaciones interpersonales?
El auto-registro es una de las técnicas más efectivas y mas utilizadas entre los psicólogos. A lo largo del día tenemos pensamientos que nos hacen sentir mal, si tomamos nota de ellos durante unas tres semanas y luego los leemos en retrospectiva, podremos sacar conclusiones sobre qué conductas, situaciones o creencias nos están perjudicando. Se trata de darnos cuenta de cómo nos sentimos y qué activa los sentimientos negativos en nuestra vida.
Una vez pasadas las tres semanas de auto-observación, es necesario que analicemos a qué idea irracional corresponde cada uno de nuestros pensamientos negativos. Será el momento de elegir pensamientos racionales alternativos, que podamos repetirnos cada vez que reaparezcan esas conductas, situaciones o creencias.
Por ejemplo, si tendemos a pensar: «Cuando algo es peligroso, me preocupo mucho al respecto y me recreo constantemente en la posibilidad de que ocurra». Analizando racionalmente este pensamiento veremos que preocuparse y recrearse en lo malo no es la manera de encontrar una solución a un problema, sino que por el contrario, eso puede agravar la situación al hacer que nos estresemos y obsesionemos.
Este proceso de analisis, en ocasiones necesita de la ayuda de un terapeuta o persona asertiva y neutra, porque no siempre somos capaces de analizar nuestras creencias autodestructivas. Pero os aseguro que la práctica hace al maestro, no tirar la toalla y probar cosas nuevas es clave para encontrar el camino que a cada uno nos sirva.
Una vez ya hemos visto que ese pensamiento o conducta no es adecuada ni útil, hay que buscar una alternativa. Por ejemplo: «Cuando algo es peligroso, es normal que me sienta insegur@, no me sirve de nada recrearme en lo negativo. Si observo que estoy empezando a obsesionarme, puedo probar a distraerme con algo que me guste, como leer, ver una comedia, salir con mis amigos o hacer deporte.» Este pensamiento no solucionará el problema, pero sí que hará que te sientas lo suficientemente tranquil@ para que, con el tiempo, encuentres una solución.
El siguiente paso es repetirse la nueva idea cada vez que aparezca el pensamiento negativo. Al principio resulta artificial, pero estamos entablando un diálogo con nosotros mismos. A la larga, si sigues mandándote mensajes tranquilizadores y racionales, acabarás acostumbrándote a responder de manera positiva a eso que tanto te costaba afrontar antes. La repetición es clave. Ser perseverante es la verdadera clave del éxito.
A continuación os dejo un modelo de auto-resgistro para que tengáis una idea más precisa del proceso a realizar:
DURANTE 3 SEMANAS:
1. auto-registro de pensamientos y emociones negativas y positivas
DESPUÉS DE LAS 3 SEMANAS DE AUTO-REGISTRO
2. análisis de los factores irracionales de mis creencias negativas
3. Buscar un pensamiento alternativo
Si te ha gustado este recurso de inteligencia emocional, no te pierdas el diario de gratitud, te va a gustar.
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