Autoestima
Quererse más a uno mismo, ¿por dónde empiezo?
La autoestima es la valoración afectiva que hacemos de nosotros mismos.
La autoestima es aprendida. Depende de la educación que hemos recibido y de nuestro entorno. Por lo tanto, tenemos que aprender a querenos a nosotros mismos.
componentes de la autoestima
1# cómo nos vemos y nos aceptamos a nosotros mismos
Lo mejor que puedes hacer para mejorar tu autoestima es dejar de fijarte en tus defectos y empezar a poner toda tu atención en tus virtudes. Aceptarse a uno mismo es valorar objetivamente que nadie es perfecto y que no merece la pena compararse con los demás, ya que siempre encontrarás a alguien mejor que tú, porque la vida está hecha de momentos pasajeros, hoy eres el mejor y mañana hay alguien mejor que tú, es ley de vida. Lo importante es ser constante hasta encontrar tu sitio y eso sí puedes hacerlo: tomando consciencia de lo que realmente quieres y de lo que no quieres para nada, de cuáles son tus necesidades vitales.
Conócete a ti mism@, haz una lista de lo que quieres y de lo que no quieres en tu vida, de lo que te gusta y de lo que no te gusta y sé fiel a ti mism@.
2# cómo nos tratamos y nos hablamos a nosotros mismos
Atrévete a darte más cariño, cuida tu cuerpo, no cometas excesos, relájate. Y entabla un diálogo cariñoso contigo mismo, trátate como tratarías al ser más delicado e inocente de la tierra. Aprende a perdonar el pasado y soltarlo. Para ello, cuando aparezca un pensamiento negativo, focalízate rápidamente en otra cosa: el azul del cielo, las risas de unos niños que andan por ahí, tu respiración, los coches que pasan por la carretera, las pecas que tienes en el brazo derecho… cualquier cosa vale para distraerte, ¿crees que no lo lograrás? No lo sabrás hasta que no lo pruebes una y otra vez, la perseverancia y la paciencia son la clave para conseguir cualquier objetivo en la vida.
3# cómo nos comportamos, nuestra conducta
Nuestra forma de enfrentarnos a las diferentes situaciones de la vida son una señal de cuales son nuestros niveles de autoestima.
Responder agresivamente a cualquier situación denota inseguridad y poco control sobre uno mismo.
Responder de forma sumisa, denota poca aceptación de uno mismo y falta de afecto.
En cambio, responder de forma compasiva, altruista y bondadosa implica seguridad en uno mismo, autoconocimiento y respeto por uno mismo y por los demás.
Si aprendes a tomar conciencia de cómo estás respondiendo a cada situación en tu vida, te será más fácil ir frenando ciertas actitudes para escoger la actitud que, en tu opinión, más se ajusta a cada situación. Se trata de reflexionar antes de actuar, eso que siempre nos han dicho y que resulta tan difícil a veces. En este caso, también es muy efectivo concentrarte en tu respiración, verificar cómo te sientes y reflexionar in situ o a posteriori sobre cuál habría sido la mejor opción, ¿qué habría hecho la persona bondadosa y desinteresada en ese caso? ¿Cómo se lo habría tomado?
Recuerda que la conducta empieza por cómo nos tratamos a nosotros mismos y continúa en cómo tratamos a los demás.
Si quieres saber más sobre la autoestima, tienes dos posts sobre el tema: AQUÍ y AQUÍ.
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