Asertividad
Cómo expresar las quejas sin herir a la otra persona
En nuestras relaciones es muy importante aprender a expresar lo que no nos gusta o nos parece mal, pero ¿cómo lograrlo sin llegar a discutir?
Es imprescindible partir del respeto mutuo, entender que somos seres únicos y los demás también, por lo tanto, no podemos esperar que las personas lo hagan todo como nosotros esperamos que lo hagan, así que manos a la obra:
1# expresar cómo nos sentimos
Es oportuno no usar frases ambiguas o imprecisas como «Estoy mal», más bien se trata de ir a lo concreto «Estoy… triste o enfadada o decepcionada, etc.». Y lo más importante es hablar desde el «YO», expresar cómo nos sentimos nosotros frente a la situación, ya que eso evitará que la otra persona se ponga a la defensiva o se sienta atacada. No es lo mismo decir: «Me siento enfadada porque no has bajado la basura», que decir «No has bajado la basura y me has hecho enfadar».
2# explicar qué nos hace sentir así
No hay que olvidar explicar qué nos ha hecho enfadar, estar tristes o sentir rechazo. Siguiendo el ejemplo anterior, sería el hecho de que la basura no ha sido bajada. No habría que ampliar más la información, basta con el hecho concreto, la otra persona entenderá enseguida cuál es el problema.
3# añadir cuál o cuáles son nuestras necesidades
La mejor manera de acabar nuestra intervención es dar una sencilla solución: «Necesito que bajes la basura, como habíamos acordado». Expresar lo que necesitamos le da a la otra persona la oportunidad de complacernos.
La psicóloga Silvia Congost lo explica a las mil maravillas en este vídeo, no te lo pierdas.
Siguiendo estos pequeños tips en el día a día, es probable que nos demos cuenta de que dejamos de discutir y empezamos a dialogar.
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