Inteligencia Emocional
¿A qué le prestas atención?
¿Te fijas en todo aquello que, a tu parecer, está mal hecho? ¿En esa mala contestación que te han dado? ¿En lo aburrid@ y sol@ que estás? ¿Qué pasaría si empezaras a fijar tu atención en aquello por lo que das gracias? ¿Qué pasaría si te fijaras en aquello que te hace sentir bien?
Fíjate en el bello captus de arriba, ¿qué te llama más la atención sus flores o sus pinchos? ¿Para qué fijarse en los pinchos, si puedes poner todas tus ganas en las flores? Además, los pinchos también tienen su sitio en el captus, dales la bienvenida.
Por ejemplo, llegas a casa y esperas ver a tu pareja, saludarla y pasar un rato agradable después del trabajo. Sin embargo, al entrar a casa solo te fijas en las cosas que quedan por hacer, en todo lo que está desordenado… tus intenciones cambian por completo y quizás empiezas a sentir frustración ante lo que ven tus ojos y resentimiento hacia tu pareja, porque esperabas encontrártela en otra situación muy diferente, una situación idílica, lo que «debería ser» según tú.
¿De verdad vale la pena fastidiarte el día por convencionalismos? ¿Cómo te gustaría sentirte? Si te has dado cuenta de que no podemos esperar que las cosas sean como las hemos soñado, aunque se le parezcan mucho, porque «los sueños, sueños son» y la realidad tiene sus aristas… ¿qué mejor manera de darle la vuelta a la tortilla que buscando aquello por lo que puedes estar agradecido?
La gratitud te trasmite sensación de satisfacción, piensa por un momento en algo que te haya pasado hoy y por lo que puedas dar las gracias… quizás alguien te ayudó en el trabajo, quizás has sorteado con éxito un bache en la carretera… cualquier cosa vale, si sientes que puedes sentirte agradecido. Si lo conviertes en un hábito, con el tiempo, descubrirás que ya no te fijas directamente en lo malo y empezarás a abrirte más a lo que te rodea, a ver más allá de tus narices, a darte cuenta de que hay muchas cosas estupendas a tu alrededor, gente que te ayuda y de la que recibes amor.
Ya sé que hay cosas malas, pero hasta la persona que más te incomoda, puede ofrecerte algo que merezca un agradecimiento, solo proponte encontrarlo y da las gracias con sinceridad.
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Tú decides…
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