By Elena Llorente | 08/11/2015

Las relaciones de pareja no siempre son un mar en calma. En muchas ocasiones se oyen truenos y hay marejada, las olas parecen querer engullirlo todo a su paso. Emociones de enfado, miedo y rechazo nos invaden ante esa persona a la que, cuando nos reconciliamos, vemos como lo que más amamos. ¿Cómo podemos hacer que los conflictos no nos superen? ¿Cómo lograr que nuestra relación se solidifique y se nutra de la experiencia?

Ten en cuenta estas siete cuestiones:

1. Sois dos caras de una misma moneda

Ninguno de los dos es superior al otro, el respeto mutuo es imprescindible para tener una relación de pareja armoniosa. Por encima de las diferencias en educación, belleza, cultura o costumbres, los dos sois dos seres con las mismas necesidades fisiológicas, de seguridad, de dar y recibir amor, y de conseguir vuestras metas. No olvidemos que cada uno tiene sus propios sueños, aparte de los que se comparten como pareja.

2. Parte de tu responsabilidad

Si hay conflictos en la pareja, pregúntate cómo estás contribuyendo tú a esa situación. De nada sirve culpar al otro, pregúntate qué puedes pensar o decir diferente para cambiar esa dinámica. Si buscas más atención, sé más atento. Si buscas más afecto, sé más afectuoso.

3. Nada es estático, dale la bienvenida al cambio

Es muy habitual decir eso de «cómo has cambiado, ya no eres la misma persona de la que me enamoré». Una frase muy cruel, por cierto.  Pero en realidad es un hecho, es imposible no evolucionar, no transformarse, lo hacemos de la mano del tiempo y las nuevas experiencias que llegan a nuestras vidas. Adaptarse es mucho más sabio, que pretender resistirse. Comprométete a transcender dichos cambios.

4. Todo tiempo pasado… quedó atrás

La resistencia al cambio de la que hablábamos antes, suele causar resentimientos que se van acumulando y que sacamos ante cualquier discusión en forma de argumentos. Error. Los asuntos del pasado puedes dejarlos atrás, puedes perdonar y abrir un nuevo camino, puedes aceptar que fue así y dejar eso de lado. De hecho, si no lo haces, solo contribuirás a hacer una montaña de un grano de arena en cada discusión que tengáis, porque esas sombras están al acecho para salir a la superficie en todo momento. Haz limpieza, perdona el pasado y déjalo en libertad.

5. No necesitas tener razón

La necesidad de reconocimiento denota falta de autoestima por tu parte. Los conflictos no se ganan o se pierden, ni necesitas tener razón en todo momento. Tú tienes tu postura y la otra persona tiene la suya, busca puntos en común para negociar. Y recuerda que siempre puedes responder: «respeto tu opinión, sí, pero yo creo otra cosa».

Si se trata de ¿a dónde vamos de vacaciones o qué película vemos? lo mejor es relativizar en el tiempo y descubrir que hoy cede uno y mañana cede el otro, en un sano equilibrio.

6. Nutro mis relaciones

¿A qué le estás prestando atención? Focalízate en las cosas buenas de tu pareja, en eso que te aporta y le agradeces. El amor te nacerá espontáneamente. Si quieres que tu relación florezca, nútrela con afecto, atención y tiempo.

7. Comunícate

Expresa tus sentimientos, dile a esa persona que la quieres con palabras, necesita oírlo. Y por supuesto, explícale tus sueños, tus expectativas, tus ilusiones. Compartir es la mejor manera de crear un vínculo sólido y sano.

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Y recuerda, nunca es tarde…